INTERSECCIONALIDAD

Un concepto clave para entender como se conjugan la inequidad de género, la opresión de etnias, discapacidades y orientaciones sexuales, así como la exclusión de grupos vulnerables para generar desigualdades mas profundas.

En términos simples, la interseccionalidad es la interacción entre dos o más factores sociales que definen a una persona. Cuestiones de la identidad como el género, la etnia, la raza, la ubicación geográfica, o incluso la edad no afectan a una persona de forma separada. Al contrario: estos se combinan de distintas formas, generando desigualdades (o ventajas) diversas.

En octubre de 2021, el término “interseccionalidad” alcanzó su punto máximo de búsquedas en Google desde el 2004. Sin embargo, está lejos de ser una palabra nueva. Se trata de un término con más de 30 años de uso. Se volvió de uso común a partir de 1989, cuando fue utilizado por la jurista y profesora afroamericana Kimberlé Crenshaw., para dar cuenta de cómo el racismo y el sexismo se interseccionaban generando experiencias singulares de opresión a las mujeres negras de ese país. En palabras de la propia Crenshaw: “empecé a usar el término ‘interseccionalidad’ para confrontar el hecho de que muchos de nuestros problemas de justicia social como el racismo y el sexismo a menudo se solapan, creando múltiples niveles de injusticia social.” Es Patricia Hill Collins, también académica afro estadounidense, quien convierte a este concepto en un paradigma, en una categoría de análisis para las diversas opresiones que cargan sobre sus espaldas aquellas y aquellos sujetos oprimidos por el hetero cis patriarcado, como resultado justamente de un sistema de poder estructurado a partir de la conjunción de “raza” , género, clase, sexualidad y nación/Estado.

Si te interesan la equidad de género y la inclusión de diversidad de etnias, discapacidades y orientaciones sexuales, así como la inclusión de grupos vulnerables (como los adultos mayores y migrantes), la interseccionalidad es un concepto inevitable para tener en cuenta. Cuando hablamos de brechas de género, la interseccionalidad es clave para entender las distintas inequidades que afectan a las mujeres de nuestra región.

Las mujeres pertenecientes a grupos diversos, es decir afrodescendientesindígenasLGBTQ+ y personas con discapacidad, tienen experiencias específicas y se enfrentan a desafíos particulares. Lo mismo ocurre con aquellas pertenecientes a otros grupos vulnerables, como las migrantes.  La interacción entre género y otros factores es evidente cuando vemos algunos casos de la vida real. ¿Cómo pueden combinarse distintos factores identitarios y producir desigualdades más grandes?

Combinemos: Mujer + rural

La brecha salarial promedio que afecta a las mujeres de la región es del 18%. Sin embargo, para las mujeres rurales, de acuerdo con la OIT, este número llega a ser del 40%.

También vemos como las brechas de acceso a conectividad y recursos digitales se agrava. Datos de una encuesta indican que en 17 de 23 países de la región las mujeres tienen menos acceso a celulares. Sin embargo, para las mujeres rurales, este número es aún más bajo. Es decir, ser mujer implica enfrentar ciertas desigualdades. Pero ser mujer y vivir en ámbitos rurales puede hacer que estas sean aún mayores.

¿Y mujer + indígena?

Lo mismo pasa cuando cruzamos factores como el género y la raza o etnia. Las mujeres indígenas se encuentran entre los grupos más pobres en términos monetarios de nuestra región. Datos del Banco Mundial revelaron que, en Bolivia, a las mujeres indígenas se les paga 60% menos que a las mujeres no indígenas por el mismo tipo de trabajo. En Ecuador, los hogares indígenas con jefatura femenina tienen 5,81% más de probabilidades de ser pobres.

Los niños y niñas indígenas ya se enfrentan a brechas de educación frente a sus pares no indígenas. Estos tienen 2,6 años de escolaridad menos en promedio. Pero cuando además se tratan de niñas, su tasa de analfabetismo es mayor, con un promedio de 6 puntos porcentuales más que la de los niños (CELADE,2020).

Sumemos tres factores: Mujer + indígena + rural

¿Qué pasa si juntamos estos tres factores? Los datos indican que las mujeres indígenas en ámbitos rurales tienen aún más altos niveles de analfabetismo que las no rurales. Además, debido a leyes consuetudinarias y creencias tradicionales que favorecen a los hombres, sumado a brechas a las que se enfrentan las mujeres rurales, aquellas que además son indígenas tienen problemas en el acceso y distribución de tierras (Deere et. al, 2011). Las brechas de género, desigualdades por raza y etnia y por ubicación geográfica se unen y potencian.

La interseccionalidad no sólo es un concepto que nos permite revelar las múltiples opresiones que experimentamos algunas personas, sino que también supone una herramienta para pensar esas realidades en clave de acceso a derechos, de mejora de condiciones materiales de existencia y de política pública. Entendiendo al Estado como el principal responsable de la reproducción de las desigualdades en cuanto que superestructura moldeada por el capitalismo, el patriarcado y el racismo, combinados para la conservación de las estructuras de poder que oprimen a las mayorías subalternizadas, la transformación no puede venir desde este lugar.

El verdadero cambio tiene que producirse desde las bases, al contrario de como sucedió históricamente donde las políticas, acciones y medidas son pensadas, elaboradas y ejecutadas por quienes se encuentran en lo más alto de la pirámide social, posición totalmente sesgada e influenciada por los amplios privilegios que detentan y que de ninguna manera están dispuestes a perder. Parafraseando a Ángela Davis, la revolución tiene que venir desde abajo para subvertir el orden de cosas establecido y construir otra sociedad, con otros valores y con otros objetivos, alejados de la lógica de la explotación y extracción capitalista.

Incorporar la perspectiva interseccional implica no sólo tener en consideración nuestras opresiones, experiencias y problemáticas, sino que requiere también abrir los espacios en donde se crean y deciden las políticas para que la propia comunidad exponga sus demandas y decida sobre el curso de las acciones que la afectan.

Fuentes:

https://blogs.iadb.org/igualdad/es/que-es-interseccionalidad/

https://www.argentina.gob.ar/inadi/revista-inclusive/no-hay-interseccionalidad-posible-sin-les-negres